El retorno. Acompañados esta vez por una buena amiga: "Correcaminos" la llaman algunos. Dotada de una resistencia increíble.
Esta vez teníamos que conseguirlo. Llegar al estany de l’illa y volver en el día. El letrero marcaba cuatro horas y pico sólo de ida, pero nosotros tardamos más de seis horas y algo menos a la vuelta. Total, doce horas de caminata atravesando parte del GR11 por Andorra. Si alguna vez haceis la ruta, a no ser que seais profesionales de la montaña o esteis en muy buena forma física o seais Jesus Calleja... no os fieis de los tiempos que marcan durante el camino. En 8 horas de recorrido hay que hacer parada para comer, tomar algunas fotos, orinar, disfrutar de las vistas, respirar, etc. Total, esas 8 horas se convierten en 10 o 12 tranquilamente.
Comenzamos a caminar sobre las 8.30 de la mañana de viernes. Hacía fresco, pero en cuanto empezamos la ascensión empezamos a notar el calor por el esfuerzo.
Primera parada considerable: Refugi de Fontverd a 1.875 metros de altitud. Almorzamos, bebimos agua, descansamos un poquito. Seguimos la marcha.
Segunda parada considerable, la meta: estany de l’illa. Poco más de 2.480 metros de altitud, que es donde está el refugi de l’illa. La ruta en sí fue preciosa, acompañados en parte del recorrido por el rumor del rio Madriu, pero después de algo más de 6 horas de caminata y ascenso, imaginábamos l’estany de l’illa como un maravilloso lago azul con música celestial y sirenas cantando y el miembro masculino de la expedición también esperaba ver a la diosa Venus sobre su concha...¡¡¡Pero no!!! L’estany de l’illa resultó ser un embalse, eso sí grande y precioso jeje! Comimos al lado del embalse. Hacía un frío tremendo. Dejamos de sentir los dedos de las manos. Nos pusimos en marcha otra vez, no podíamos entrenternos mucho por si se nos hacía denoche (¡¡y porque hacía demasiado frío!!)
Camino de vuelta: casi sin hablar, casi sin parar, solo una parada de minutos en el refugi dels Orris a 2.230 metros de altitud, algún otro momento para beber y tomar alguna foto.
El descenso fue más rápido, pero también más doloroso... las piernas a veces no respondían como debían jeje! Y sabíamos que si parábamos mucho tiempo, tal vez después no podríamos reanudar la marcha. Nuestro cuerpo estaba casi al límite.
Llegamos por fin al parking. Aleluya. ¡¡Casi 12 horas en total de caminata!! El esfuerzo, una vez más, valió la pena.
Esta vez teníamos que conseguirlo. Llegar al estany de l’illa y volver en el día. El letrero marcaba cuatro horas y pico sólo de ida, pero nosotros tardamos más de seis horas y algo menos a la vuelta. Total, doce horas de caminata atravesando parte del GR11 por Andorra. Si alguna vez haceis la ruta, a no ser que seais profesionales de la montaña o esteis en muy buena forma física o seais Jesus Calleja... no os fieis de los tiempos que marcan durante el camino. En 8 horas de recorrido hay que hacer parada para comer, tomar algunas fotos, orinar, disfrutar de las vistas, respirar, etc. Total, esas 8 horas se convierten en 10 o 12 tranquilamente.
Comenzamos a caminar sobre las 8.30 de la mañana de viernes. Hacía fresco, pero en cuanto empezamos la ascensión empezamos a notar el calor por el esfuerzo.
Primera parada considerable: Refugi de Fontverd a 1.875 metros de altitud. Almorzamos, bebimos agua, descansamos un poquito. Seguimos la marcha.
Segunda parada considerable, la meta: estany de l’illa. Poco más de 2.480 metros de altitud, que es donde está el refugi de l’illa. La ruta en sí fue preciosa, acompañados en parte del recorrido por el rumor del rio Madriu, pero después de algo más de 6 horas de caminata y ascenso, imaginábamos l’estany de l’illa como un maravilloso lago azul con música celestial y sirenas cantando y el miembro masculino de la expedición también esperaba ver a la diosa Venus sobre su concha...¡¡¡Pero no!!! L’estany de l’illa resultó ser un embalse, eso sí grande y precioso jeje! Comimos al lado del embalse. Hacía un frío tremendo. Dejamos de sentir los dedos de las manos. Nos pusimos en marcha otra vez, no podíamos entrenternos mucho por si se nos hacía denoche (¡¡y porque hacía demasiado frío!!)
Camino de vuelta: casi sin hablar, casi sin parar, solo una parada de minutos en el refugi dels Orris a 2.230 metros de altitud, algún otro momento para beber y tomar alguna foto.
El descenso fue más rápido, pero también más doloroso... las piernas a veces no respondían como debían jeje! Y sabíamos que si parábamos mucho tiempo, tal vez después no podríamos reanudar la marcha. Nuestro cuerpo estaba casi al límite.
Llegamos por fin al parking. Aleluya. ¡¡Casi 12 horas en total de caminata!! El esfuerzo, una vez más, valió la pena.
ESPECTACULAR!, un abrazo tio!
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